ASTORGA
EDIFICIOS Y MONUMENTOS
Esta ciudad y sus comarcas colindantes de esta vieja ciudad romana (que llevaba por nombre Astúrica Augusta) ofrecen al visitante la oportunidad de acercarse al arte de casi todas las épocas, estilos y naturalezas de la mano de sus monumentos.
El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio proyectado por el arquitecto modernista Antoni Gaudí, por encargo del obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós, pues el antiguo palacio episcopal se había quemado. Se construyó entre 1889 y 1915. Está situado a 9 km. de La Madrigata en Astroga (Conoce más sobre esta ciudad). Este palacio es una de las únicas obras que Gaudí construyó fuera de Cataluña.
La Catedral de Astorga es el símbolo de esta ciudad. Es la sede de la diócesis, sobre la cual hay documentos que señalan que existe desde el siglo III.
Cuando los romanos dieron paso a los cristianos, Astorga siguió siendo un centro de poder importante. Eso sí, el majestuoso edificio gótico con el que vas a alucinar cuando lo visites no fue construido hasta el siglo XV.
Seas o no curioso, la vista se te irá hacia las vidrieras, que están para adornar, sí, pero también para generar ese halo de magia que sostiene este hogar de lo sagrado. Y en cuanto a cuestiones terrenales: el precio de la entrada son 5 euros. Si eres de los que exprimen más sus ratos de turismo recurriendo a un audioguía, te alegrará saber que la ofrecen totalmente gratis.
La Plaza Mayor, porticada y de planta cuadrangular, está asentada sobre parte del antiguo foro romano de Asturica, por lo que lleva siendo plaza pública desde más de 2.000 años en Astorga.
Es un espacio de encuentro para los astorganos que cobra especial vida los martes ,ya que en ella se celebra desde época medieval el mercado de la ciudad, en el que numerosos vendedores ofrecen verduras y hortalizas de las huertas cercanas, fruta, productos tradicionales, sobre todo embutidos, cecinas y quesos, productos de temporada, textil y calzado etc…
En el museo romano se exhiben los objetos más relevantes recuperados en las numerosas excavaciones arqueológicas. Su contemplación nos ayuda a comprender los orígenes de la urbe y el modo de vida de los habitantes de Astúrica.
La Ruta Romana no es solo un paseo. Es un viaje al pasado acompañado por guías especializadas y un material audiovisual que nos narra la historia de Lyda. Se trataba de una esclava de origen griego que vivió en Astúrica en el siglo I d.c. A través de sus experiencias, nos transportará a la época en la que esta ciudad brillaba con todo su esplendor romano.
Situación