Paz y relax son las palabras que definen mi estancia en La Madrigata, una preciosa y acogedora casa de labranza donde pude leer mi libro favorito en su patio empedrado, acurrucarme al calor de la chimenea o pasear cerca del r?í?o bordeado de sus susurrantes chopos…[br]Asunción Gil Ordoñez.